El cuidado en México: Porque el balance trabajo-familia más allá de la familia nuclear

Publicado el 13 de septiembre de 2025, 9:12

El estrés del trabajo, las interminables tareas en casa y, de pronto, un ser querido nos necesita. En ese momento, las horas se vuelven insuficientes, la energía se agota y la pregunta se vuelve inevitable: ¿es esto sostenible?

En México, la calidez y el amor familiar son pilares de nuestra cultura. Nos enorgullecemos de cuidar a los nuestros, de ser una red de apoyo para padres, hermanos o hijos. Pero, a medida que la vida moderna nos exige más, el tiempo para el cuidado se convierte en una de las mayores cargas emocionales y físicas que enfrentan miles de profesionales.

Si bien la familia es la primera línea de cuidado, la realidad es que esta labor ya no puede ser solo un asunto privado. Las cifras lo demuestran: según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018 (ENADID), en México hay 14.8 millones de personas mayores de 60 años, y su número sigue creciendo.

En este contexto, el cuidado primario ha emergido como uno de los mayores desafíos en el mundo laboral. No se trata solo de la maternidad y la paternidad; hoy, cada vez más colaboradores enfrentan la necesidad de cuidar a adultos mayores, a personas con discapacidad o a familiares con enfermedades crónicas.

¿Qué dicen las estadísticas?

Según el INEGI, se estima que 58.3 millones de personas en México son susceptibles de recibir cuidados. La carga de esta labor recae de manera desproporcionada en las mujeres, lo que afecta su desarrollo profesional y contribuye a la brecha salarial que ya hemos analizado en otros artículos.

Esta situación de doble jornada —en el trabajo y como cuidador— tiene un alto costo humano y empresarial. Los colaboradores que asumen esta responsabilidad experimentan mayor estrés, menor productividad y una sensación de soledad. La empresa, a su vez, enfrenta problemas de ausentismo, baja moral y, en el peor de los casos, la pérdida de talento valioso que se ve obligado a renunciar.

Como sociedad, hemos aplaudido la resiliencia de quienes cuidan, pero hemos tardado en crear las estructuras de apoyo necesarias. Es hora de que las empresas asuman un rol más activo.

 

¿Cómo podemos apoyar a los cuidadores?

  • Flexibilidad laboral: Ofrecer esquemas de trabajo híbridos o remotos, horarios flexibles y jornadas reducidas puede ser la diferencia entre retener a un colaborador y perderlo.

  • Permisos de cuidado: Implementar políticas de permisos remunerados para el cuidado de familiares, que no solo apliquen para padres de niños, sino para cualquier cuidador primario.

  • Recursos de apoyo: Proporcionar acceso a servicios de salud mental, orientación legal y grupos de apoyo internos o externos.

 

El bienestar en el hogar se traduce en bienestar en la empresa. Ver a los colaboradores como personas integrales, con responsabilidades familiares que van más allá de la crianza de los hijos, no es solo un acto de empatía, sino una estrategia para construir una empresa más fuerte, más resiliente y, sobre todo, más humana. Después de todo, cada empresa se sostiene por sus colaboradores, y cada colaborador es sostenido por un sistema familiar que también le necesita; el balance trabajo-familia no es solo para padres de familia, sino para todo aquel que tiene un hogar al cual regresar, al cual aportar, en dónde crecer.

 

¡Generemos conversación! Comparte con nosotros en los comentarios: ¿Cómo ha abordado tu empresa el apoyo a los colaboradores que son cuidadores primarios, más allá de la maternidad y la paternidad? ¿Cómo ha sido para ti el reto de conciliar el tiempo entre el trabajo y la vida familiar?

Dalia Aguilar
Familióloga y COO de Socii Consultoría

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Comentarios

Angie
hace 22 días

Súper importante evidenciar y resaltar esta realidad que tantas personas viven en México. Creo que es un tema sumamente complejo ya que si bien es súper desafiante tener que cumplir muchos roles a la vez y se y derivado de esto se llegan a vivir emociones y situaciones de salud física y mental tal sumamente revazantes; también es verdad que es un tema difícil de asumir por las empresas y no solo por el tema de coste sino por el ausentismo y la falta de responsabilidad del personal que se enfrente en las empresas el día de hoy. Y un ausentismo que a veces tiene más bases en la mentira, la flojera, la comodidad e irresponsabilidad; que en el propio cuidado del adulto, enfermo o niño de su familia.

José Roberto
hace 22 días

Será necesario contactar a nuestros diputados locales para impulsar iniciativa de ley al derecho de ausentarse laboralmente para cuidar a nuestros mayores.
- Esquemas híbridos de Home Office y oficina.
- Casas de asistencias cerca de parques industriales con costo repartido entre colaborador y empresario.

Iniciativas que pueden concretarse formando conciencia como este artículo.
Saludos

Ana Vega
hace 21 días

En mi rol de ama de casa lo he visto con las ayudas domésticas, siempre tienen a alguien a quien cuidar, creo que en este nicho es más "facil" que las amas de casa tengamos empatia y demos apoyo de alguna manera pero sin duda las propuestas de ley deberían de ir dirigidas también a tener asilos de mejor calidad, o ayudas por parte del gobierno como lo hacen en USA que les ponen cuidadores para que la familia pueda trabajar y apoyarse de alguien

MARÍA ELENA GARCÍA JIMÉNEZ
hace 20 días

Felicidades por este artículo, pleno de humanismo y vanguardismo. En Qro. pude asistir a un grupo de cuidadores primarios informales, ya que tengo pocos meses de serlo. El fin de este grupo es ayudar a que los cpi no colapsáramos. Es urgente que haya políticas públicas entorno a ello, así como generar instituciones y grupos altruístas, apostolicos, etc. Muchas gracias.